Soñé que no existían árboles
que la vida caminaba a tropezones
y los espíritus eran sólidas flores.
Los aires estaban casi amarrados
como camellos rumiando el desierto
y los pájaros en el arco iris posados.
Oí una charla entre el río y el puente
y llegó una nube oscura y callaron
y el agua del río era hielo de repente.
Yo me dije ¿estoy solo? No, mi alma
lloraba callada y mi espalda mojaba
giré y vi un niño con cara de abuelo
y los dos nos abrazamos sin consuelo.
CARTUCHOS ALBOS
Sí, a esos yo admiré
los cartuchos blancos
esas flores grandes
de un árbol hermoso
que creció recio
frente a la casa de María
y en cada tarde del día
sus aromas despedía
perfumando el espacio
más en la noche seguía
la brisa de flujo escaso
¡Qué olor! La gente decía.
¡AY, LA POESÍA!
¿La poesía? es de mi libre pensar
o del tiempo largo en mi reflexionar.
¿Es qué? Es un delirio sin gestos
¿Quién habla? Oh, “extraños versos”.
Nadie se mira en su interior
menos si ella huele a fresca flor.
Todos queremos viajar, sí, al exterior
nunca al mundo del corazón, sin razón.
Mis ojos no ven tus ojos en colores
sólo los veo con símbolos-primores.
Los poetas buscamos si hay poesía
en el rocío, en el abismo o en la monotonía.
De la vida, que sube y baja del cenit
de tu alma que desea sujetar tu vivir.
La poesía nace cada día ¿eso es verdad?
en siglos fue enterrada en rara soledad.
El mundo se comunica con la poesía
en sus dos caras, y cada noche germina.
Los poetas jóvenes lloran sin lágrimas
por ti, poesía, madre sin hijos, de rimas.
Mis versos son de mi mañanera alegría,
son los guiños-niños de mi loca fantasía.
Las poetisas sonríen a carcajadas plenas
alineando albinos marfiles, cejas negras.
En arcos dibujadas, pentagrama musical
armoniosas notas, tu bello órgano bucal.
Los poetas mueren disparando la verdad
desde Homero, Dante, Neruda, Pasternak.
¡TÚ CERRO BOLONGO!
Hoy te conocí “Cerro Oblongo”
Montaña cónica, oscura y vecinal
Nombre pregón, eres un héroe cabal.
Rico en basuras estéril de aguas
Desde aquí vemos las torres TV
Una enfundada, ¡Ole fantasmón!
Torres gigantes, dominantes
me orientan si voy al Museo
Del Juguete, a Huanchaco, veo.
O te observo “Cerro Bolongo”
con esas torres te secretas
en las noches claras etéreas
¿Cuándo te bautizaron cerrito?
“Cerrito Oblonguito”, al grito
¡Qué buena chapa, “Oblonguito”!
El cerro cabras huele a Chivo
El cerro Campana perdió fama
Ya no se oye del valle Chicama.
“Cero Oblongo” con tu cielo azul
Alejas las lluvias de tus escuelitas
O vientos que soplan las esteritas.
Algún día cerro “Oblongo” digo,
Serás turismo, sin cerámica o huaca
Si llega un moderno Noe y su Arca.
Todos los derechos Reservados a su autor.
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