CUANDO LAS AMéRICAS SE DABAN LAS MANOS
Chaco Gil
mayo 15, 09
Estando yo en la ciudad de Mexico en los primeros dias del mes de agosto de 1960
en una corta visita. aproveché para saludar al Ingeniero Simón Espejel, a quien sólo
conoci por correspondecia filatélica.
Busqué su nombre en la guia telefónica y nos comunicamos. Me invitó para su casa
esa misma tarde. Fue un placer conocernos personalmente, y tambien a su familia.
Regresé a mi hotel cercano al zócalo, o plaza de México. Me ofreció llevar al dia
siguiente para un paseo turístico por la urbe.
A las 10 AM. llegué a su residencia en el barrio de Tlalpan, y en pocos minutos salimos
en su auto azul claro. Luego hicimos varias paradas en lugares de importancia. Me dijo,
vamos para que conozca el Desierto de los Leones, bajamos en un bosque muy poblado de árboles gigantes. Le pregunté, ¿el desierto esta lejos? ¿Hay leones?
No, no, mi querido amigo peruano. Asi le llaman este lugar, que quiza fue un desierto..
Yo ya pensaba en encontrarnos con fieras melenudas y feroces. Nada de eso habia.
En otro momento llegamos al campus de la Universiad de México, con múltiples edificios, en cuyas paredes se veian de lejos motivos de dibujos aztecas.
Al caminar por las areas verdes, mi amigo Espejel, me mostró un árbol y me preguntó:
¿conoces este arbolito? Puse atención y lo rconoci de inmediato. Era el 'molle' peruano, que abunda en mi comarca de Choroball, en Santaigo de Chuco, le dije.
Ah, señor peruano, aqui se llama 'Pirul", y fue traido de su pais, Peru, en tiempos de la colonia,
para la producción de leñas en México.
Me encantó la noticia histórica del 'molle' peruano, el 'pirul' mexicano.
Entonces ahi mismo, recordé de la contraparte cultural del mismo tema.
Sucedió en mi comarca de Choroball, yo tenia 6 o 7 años, cuando mi abuela,E;vira, dijo a uno de los hombres que trabajaban para ella, "Wenshy amarra mi caballo de una de esa pencas de 'Mejico', y tráele un poco de alfalfa , porque luego iré al pueblo de Santiago, para ir a comprar sal y zúcar, que ya se acabaron".
Mi amigo Espejel puso atención a esta anécdota, y los dos convenimos en aceptar
de que en los tiempos de la calonia española hubo ese intercambio de elementos culturales, entre todos los paises de América.Asi pudo ser de llevar las pencas y magueyes de México a Perú, para fabricar amarras, sogas, petales, etc, de las fibras de resistencia de estas plantas.
Entonces, vale decir que esta página puede ser un punto de partida para los amantes de la investigacion de las ciencias sociales y naturales, para saber en que épocas
sucedieron estos intercambios con el fin de compartir los valores de su gran riqueza./=/
¡Los molles, Chaco! Yo nací en Mollebamba, vecina a Mollepata y en especial en esta última los molles, árboles medianos, fibrosos, retorcidos con esos frutos que parecen perlas rosadas, y su hojita menuda,abundan. En Ayacucho vi molles mucho más grandes y vi también, que usaban sus frutos para hacer la chicha de los siete sabores. Es un árbol al que le tengo una especial cariño. Es un paisano, un compañero de infancia. Pero guardo una imagen muy especial de un molle mediano como todos los molles de mi tierra que tuvo la fuerza y el coraje de sostener en sus brazos un camioncito que se había desbarrancado. Abajo, a 100 metros o más lo esperaba el río Tablachaca. El molle salvó a una veintena de nuestros hermanos que borrachos y felices volvían de la fiesta de San Gerónimo, el patrón de Mollepata. Gracias por haberme traído, via tu anécdota, estos recuerdos. Un abrazo. Angel Gavidia
ResponderEliminarMi querido Chaco Gil, muy ameno y educativo tu relato, en forma sencilla has pincelado un momento histórico de hermandad con libre comercio, en un espacio de conquista que aun se mantiene, hoy con dificultad para hacer aquello
ResponderEliminarque unía nuestra cultura flora y fauna,por ello nos hace tan parecido. Aunque el uso de la penca o una variedad de esa familia se use en Mexico para preparar la tequila, mientras que aca sogas y escobas.
un abrazo
segundo agustin
Bien